En España, más de 34.000 kilómetros de carreteras están en ruinas, según el último informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC). Una cifra que representa un incremento alarmante del deterioro viario desde 2022, cuando ya se contabilizaban 13.000 kilómetros en situación crítica. Esta realidad no solo impacta en la seguridad vial y en las arcas públicas, sino que tiene consecuencias directas en los vehículos… y en el volumen de trabajo de los talleres.
Así, los baches y talleres forman una ecuación cada vez más habitual. El mal estado del pavimento multiplica las visitas al taller por daños que van desde neumáticos reventados hasta sistemas de suspensión completamente desalineados.
Del bache a la avería: las consecuencias mecánicas
Los baches no son solo un problema estético o una molestia en la conducción. Provocan averías reales y costosas, especialmente en los siguientes sistemas del vehículo:
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Neumáticos y llantas: cortes, reventones, abolladuras y desgaste irregular.
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Suspensión: daños en amortiguadores, muelles rotos y desalineación de ruedas.
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Dirección: desviaciones, vibraciones en el volante y rótulas dañadas.
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Chasis y bajos: golpes en el cárter, escape descolgado o bastidor desalineado.
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Sistema de frenos: desgaste desigual y pérdida de eficacia en la frenada.
En resumen, el firme en mal estado es un generador silencioso de averías. Y aunque supone un coste añadido para los conductores, para muchos talleres representa una entrada de trabajo constante.
Las cifras del desastre: un diagnóstico nacional
La AEC ha utilizado por primera vez tecnología de inteligencia artificial y captación dinámica de imágenes para evaluar el estado de las carreteras. Gracias a esta metodología digital, ha detectado con mayor precisión zonas que requieren intervención urgente.
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33.966 km necesitan reconstrucción inmediata.
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Otros 20.407 km presentan daños graves que deben abordarse en un plazo máximo de cuatro años.
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En total, más de la mitad de la red viaria española requiere actuaciones.
Esto se traduce en un coste estimado de 13.491 millones de euros en reparaciones viarias. Mientras tanto, los talleres ya están asumiendo las consecuencias indirectas de esta falta de inversión.
Las regiones más afectadas: dónde hay más baches… y más trabajo
Aunque el deterioro se extiende por todo el país, hay comunidades especialmente castigadas:
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Aragón encabeza el ranking con un 68% de su red en estado grave o muy grave. Es la única región en nivel crítico.
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Castilla-La Mancha y Galicia comparten el segundo lugar, con un 59% de carreteras dañadas.
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Les siguen La Rioja, Castilla y León y otras regiones del norte con altos porcentajes de firme deteriorado.
Por el contrario, las comunidades con mejor estado son Comunidad Valenciana, Madrid y Andalucía, aunque incluso en estas zonas se registran tramos con daños estructurales.
Una red en decadencia: sin inversión, los talleres seguirán absorbiendo el impacto
Desde el último gran Plan General de Carreteras de finales de los 80 y principios de los 90, la inversión en mantenimiento ha sido insuficiente. Solo en los últimos tres años, el deterioro ha crecido un 8% anual. La falta de planificación y recursos no solo tiene consecuencias económicas para las Administraciones, sino también para la ciudadanía y el sector de la posventa.
Y es que, cada kilómetro de asfalto deteriorado implica más trabajo para los talleres, pero también más urgencias, más imprevistos y más presión sobre sus agendas y recursos.
Baches y talleres: una relación que no debería ser rentable
En conclusión, aunque el mal estado de las carreteras está generando ingresos indirectos para los talleres, esta situación no puede considerarse sostenible ni deseable. La seguridad de los conductores, la calidad del servicio y la planificación de los trabajos en los talleres se ven comprometidas por una red viaria que no recibe la atención que necesita.
Revisar un coche dañado por un bache no debería ser habitual. Pero mientras no se tomen medidas, los talleres seguirán siendo testigos —y solucionadores— de los efectos de esta dejadez estructural.
¿Tu taller ha notado un aumento de reparaciones por culpa de los baches? Mantente informado, comparte tu experiencia y prepárate para afrontar esta tendencia. ¡La prevención empieza con una revisión a tiempo!