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Cómo proteger la salud laboral en el taller ante episodios de calor extremo

El verano no solo trae más luz al taller, también más riesgos. Las olas de calor suponen un desafío para la actividad diaria y, sobre todo, para quienes trabajan bajo techo o al aire libre en entornos con poca ventilación. Garantizar la salud laboral en el taller durante los meses más calurosos es una responsabilidad clave para cualquier empresario.

Y no solo es una recomendación: la normativa lo exige. Según el Real Decreto 486/1997, en cualquier puesto expuesto a fenómenos meteorológicos extremos —como el calor— deben aplicarse medidas específicas para evitar daños a la salud.

Primer paso: revisar la evaluación de riesgos

Antes de aplicar medidas concretas, es esencial consultar con tu Servicio de Prevención Ajeno (SPA) para que incorpore el riesgo térmico a la evaluación de riesgos del taller. Este documento será la base para diseñar un plan de actuación eficaz ante episodios de altas temperaturas.

Este plan debe incluir aspectos como el ajuste de horarios, la redistribución de tareas, la elección de ropa adecuada y la formación del personal.

Las claves para proteger la salud laboral en el taller

A continuación, detallamos las principales recomendaciones para adaptar el trabajo diario a las altas temperaturas sin comprometer la productividad ni el bienestar:

1. Horarios más inteligentes

  • Adelanta la apertura del taller para aprovechar las horas más frescas del día.

  • Reorganiza la jornada laboral para realizar las tareas más exigentes cuando la temperatura sea más baja.

  • Si hay aviso oficial de riesgo meteorológico nivel naranja o rojo, considera reducir la jornada o adaptar los turnos.

2. Menos esfuerzo, más protección

  • Utiliza herramientas o maquinaria que reduzcan el esfuerzo físico.

  • Alterna tareas duras con otras más livianas para dar respiro al cuerpo.

  • Implanta sistemas de rotación de puestos para evitar exposiciones prolongadas.

  • En condiciones extremas, suspende tareas como soldadura, pintado o trabajos al sol.

3. Aclimatarse para rendir mejor

El cuerpo necesita tiempo para adaptarse al calor. La aclimatación suele durar entre 5 y 7 días. Durante ese tiempo:

  • Reduce la carga de trabajo progresivamente.

  • Refuerza la información y supervisión.

  • Presta especial atención a personas especialmente sensibles al calor.

Pequeños gestos que marcan la diferencia

Cuidar de la salud laboral en el taller también pasa por mejorar el día a día de tu equipo con medidas simples pero eficaces:

4. Ropa adecuada para el calor

  • Utiliza prendas ligeras, transpirables o refrigeradas.

  • Escoge guantes y calzado que permitan la ventilación sin perder protección.

5. Hidratación constante

  • Bebe agua fresca cada 20 minutos, incluso sin sensación de sed.

  • Evita bebidas con azúcar o muy frías, que pueden alterar el equilibrio corporal.

6. Alimentación equilibrada

  • Incluye en la dieta frutas, verduras y alimentos ricos en minerales.

  • Evita comidas pesadas o muy calóricas.

Vigilar a quien más lo necesita

No todos los trabajadores soportan igual el calor. Es fundamental detectar a las personas más vulnerables:

  • Embarazadas.

  • Mayores de 55 años.

  • Personas con enfermedades cardiovasculares, renales, respiratorias o que estén en tratamiento médico.

  • Trabajadores que acaban de incorporarse tras vacaciones.

Estas personas podrían requerir tareas adaptadas o medidas de protección específicas.

Diseñar y activar un plan de actuación

Cada taller debería contar con su propio protocolo frente a episodios de calor extremo. Este plan debe contemplar:

  • Identificación de los puestos más expuestos.

  • Medidas preventivas adaptadas a cada actividad.

  • Formación en primeros auxilios, prevención y detección de síntomas de golpe de calor.

  • Criterios claros de activación ante temperaturas extremas.

Y lo más importante: que todo el personal conozca este plan y sepa cómo actuar.

La prevención empieza en tu taller

Proteger la salud laboral en el taller es proteger la continuidad del negocio y el bienestar de quienes lo hacen posible. No dejes que el calor te tome por sorpresa: adelántate con un plan bien estructurado, práctico y adaptado a tu equipo.

¿Tienes dudas o necesitas orientación? Contacta con el Área de PRL de ASETRA llamando al 91 434 06 60 o escribe a calidadymedioambiente@asetramadrid.com. Estamos para ayudarte.

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