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Más allá de la lija: cómo un abrasivo de calidad transforma la rentabilidad del taller de carrocería

En la industria de la reparación de carrocería, cada detalle cuenta. Y pocas tareas reflejan mejor la artesanía y la precisión que el lijado. Lo que muchos talleres aún no valoran es que la elección del abrasivo adecuado no solo define la calidad del acabado, sino que puede marcar una diferencia sustancial en la rentabilidad del taller de carrocería.

Como explicó José Pedro De la Morena, ingeniero de aplicaciones de 3M en el reciente webinar organizado por ASETRA, un abrasivo no es solo una lija: es el resultado de un mineral duro triturado y fijado a un soporte que define su rendimiento. Hoy en día, el óxido de aluminio es la estrella por su excelente relación entre eficacia y coste, aunque la evolución apunta a minerales cerámicos más eficientes.

Optar por abrasivos de calidad permite un lijado más rápido, homogéneo y con menor calentamiento, lo que reduce el tiempo de trabajo y evita defectos en el acabado. Este simple detalle es clave para optimizar la rentabilidad taller carrocería.

Versiones de abrasivo: rendimiento adaptado a cada necesidad

Cubitron II: Es el abrasivo estrella de 3M. Cada vértice corta activamente y se regenera con el uso, lo que prolonga su vida útil y aumenta un 30% el rendimiento, manteniendo un acabado uniforme de principio a fin.

Abrasivo flexible de espuma: Diseñado para trabajar en seco o en húmedo, ofrece un corte tres veces más rápido y se adapta a superficies complejas. Desde abril está disponible en discos y hojas.

Grippy: Ideal para zonas difíciles. Su soporte de film ultrafino garantiza agarre firme, incluso con guantes, y su diseño imita la lengua de un gato. Funciona en seco y en húmedo, con un rango de grano de P320 a P2000.

Cada opción aporta beneficios únicos, pero todas buscan un objetivo común: ahorrar tiempo y mejorar la rentabilidad del taller de carrocería.

Tendencias que refuerzan la importancia del lijado

La falta de técnicos, el aumento de la complejidad de las reparaciones y las expectativas de seguridad y limpieza obligan a los talleres a maximizar cada minuto de trabajo. Aquí el lijado juega un papel crucial: representa el 32% de las operaciones de un taller de carrocería. Si se hace con eficiencia, se reduce el tiempo de ciclo y se minimiza la repetición de trabajos.

Aunque el abrasivo apenas supone un 4% de los costes de todo el proceso de pintura, su impacto en la productividad es enorme. Como muestra el ejemplo de 3M, ahorrar segundos en cada pieza equivale a decenas de euros diarios y a miles de euros al año.

Un ejemplo práctico de rentabilidad

Durante el webinar, De la Morena comparó dos discos de grano 500: uno convencional y uno de alto agarre. El primero tardó 132 segundos, el segundo 79 segundos. En una jornada típica, dos horas se dedican al lijado. Con la tarifa media de 35 euros/hora, el ahorro diario es de 86 euros, que se transforman en 19.000 euros anuales si se extrapola con un mes de vacaciones.

Estos números demuestran que mejorar la rentabilidad taller carrocería no siempre requiere grandes inversiones: a veces, basta con elegir mejor un consumible tan básico como el abrasivo.

Cada segundo cuenta

En un contexto de costes crecientes y alta exigencia de calidad, cuidar el proceso de lijado es una vía eficaz para proteger la rentabilidad del taller de carrocería y garantizar acabados impecables.

¿Quieres comprobarlo por ti mismo? Evalúa tus procesos y prueba los abrasivos de última generación. Tu taller, tu equipo y tus clientes lo agradecerán.

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